Tras la oleada de agresiones desatada en Colonia la Nochevieja pasada, cuando numerosas mujeres fueron presuntamente víctimas de robos y acoso sexual a manos de hombres procedentes de países árabes, la atención de los políticos y la indignación de los medios se ha centrado principalmente en “su cultura”. En la supuestamente arraigada falta de respeto de los varones musulmanes hacia las mujeres. En el conflicto de base entre su mentalidad basada en el Corán y la perspectiva europea, mayormente liberal, feminista y progay.
En palabras de un comentarista, Colonia es una muestra de que la cultura de estos hombres sencillamente “no es compatible con las normas europeas”.
Toda esta preocupación por “su cultura” resulta extraña. No porque no debam…
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