En una resolución aprobada en su actual sesión plenaria, el Parlamento Europeo ha condenado los recientes atentados contra cristianos en diversos países de Asia, África y Oriente Medio y ha pedido a los gobiernos de los países implicados que combatan los actos de discriminación e intolerancia.
La resolución, titulada los “Graves episodios que comprometen la existencia de las comunidades cristianas y de otras comunidades religiosas” fue propuesta por el Partido Popular Europeo, democristiano, y logró un acuerdo tras largas negociaciones con los otros grupos.
Entre los episodios citados en el documento figuran casos secuestros y asesinatos en Irak; asaltos a iglesias cristianas, el asesinato de un obispo protestante, y la bomba contra una escuela dirigida por misioneros en Pakistán; el asesinato del dueño de una librería cristiana en Gaza, y el asesinato de dos jóvenes coptos en Egipto.
Además, deplora el secuestro en Filipinas del padre Giancarlo Bossi, y los asesinatos en Turquía del periodista Hrant Dink, del sacerdote Andrea Santoro, y de tres cristianos en la casa editorial Zirve.
Subraya también las detenciones de fieles y obispos católicos en China; las persecuciones actuales en Sudán, y la «fuerte represión» en Vietnam, contra las comunidades de los “montagnard” (cristianos del altiplano).
En la resolución, aprobada el 15 de noviembre, se expresa preocupación por el éxodo de los cristianos de Irak y se subraya el hecho de que “en 2006, cerca del 24% de los 38.000 iraquíes registrados por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados en Siria, eran cristianos, y de que la gran parte de los desplazados internos en Irak -que son más de dos millones- pertenecen a minorías cristianas”.
Preocupado por el aumento de episodios de intolerancia y de represión contra las comunidades cristianas en África, Asia y Medio Oriente, el Parlamento Europeo reafirma la defensa “de los principios de libertad de pensamiento, de conciencia, de religión y de libre culto”. Se subraya “la laicidad del Estado y de sus instituciones públicas” y recuerda a los gobiernos el deber “de garantizar tales libertades, comprendida la de cambiar de religión”.
Mario Mauro, vicepresidente del Parlamento Europeo y principal promotor de la resolución, ha declarado a Zenit que “gracias a este voto, de ahora en adelante la Comisión Europea deberá prestar una mayor atención a que, las ayudas de los programas de cooperación al desarrollo se concedan sólo si se respeta el principio de una verdadera libertad religiosa”.