El primer viaje de Benedicto XVI a África

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Un viaje del Papa a África, como el que hoy emprende Benedicto XVI a Camerún y Angola, no es un viaje “periférico”. África es hoy el continente donde más rápidamente crece la Iglesia católica. El número de católicos africanos ha pasado de 55 millones en 1978, al inicio del pontificado de Juan Pablo II, a 158 millones en 2006, con un crecimiento del 187%, y no solo por motivos demográficos. Los africanos representan hoy el 14% del total de católicos del mundo y el 17% de la población del continente.

Si en otros tiempos África aparecía sobre todo como tierra de misión, hoy, sin dejar de necesitar a los misioneros, envía también sacerdotes a las antiguas Iglesias europeas. No en vano, mientras los candidatos al sacerdocio disminuyen en Europa, en África desde 2000 han crecido los seminaristas, así como también las religiosas (+15,45%)…

No solamente hay una aportación de energía juvenil a la Iglesia, sino también una creciente conciencia de que ha llegado su momento histórico de explosión de la fe cristiana en África.

Con este fin, Benedicto XVI entregará en Camerún el documento de trabajo para el segundo Sínodo especial de Obispos sobre África, que tendrá lugar el próximo octubre en el Vaticano. El viaje del Papa durará seis días, del 17 al 23 de marzo.

África tiene problemas específicos -como la corrupción, las guerras, el tribalismo o las grandes desigualdades sociales-, que lastran su desarrollo. Pero, desde el punto de vista religioso, su situación no tiene nada que ver con el indiferentismo secular que asedia a la fe en Occidente. Más bien, en África hay una fuerte competencia entre el catolicismo, los movimientos del cristianismo pentecostal, el animismo tradicional y un islam muy proselitista.

Camerún: una Iglesia joven y en crecimiento

En Camerún Benedicto XVI se va a encontrar con una Iglesia muy joven, cuya evangelización comenzó en la segunda mitad del siglo XIX, por obra de misioneros alemanes, primero protestantes y luego católicos. El primer obispo camerunés fue ordenado en 1955.

Entre los 18,5 millones de habitantes, el 26,8% son católicos, el 30% pertenecen a religiones tradicionales, un 20% son musulmanes y un 15% protestantes.

Los 4,8 millones de católicos tienen 31 obispos, 1.847 sacerdotes y 2.190 religiosas profesas. Para su relevo generacional, cuenta con 2.250 seminaristas menores y 1.360 mayores. En cuanto a los laicos, más de 18.000 desempeñan labores de catequistas.

Junto a la acción evangelizadora, la Iglesia católica desarrolla una importante labor educativa con 1.365 escuelas primarias, que atienden a 309.000 niños; 151 escuelas secundarias, con 99.000 alumnos; y 14 centros de enseñanza superior, con más de 3.000 estudiantes, entre ellas el Instituto Católico de Yaundé, de carácter pontificio e internacional.

En el campo asistencial, la Iglesia católica mantiene 28 hospitales, 235 ambulatorios, 11 residencias de ancianos, 15 orfanatos y guarderías, y 40 centros de orientación familiar.

Un mismo presidente desde hace 27 años

Desde el punto de vista político, Camerún ha sido un país estable, sin guerras, que ha logrado mantener un delicado equilibrio entre las diversas etnias y religiones. Esta república presidencial solo ha tenido dos jefes de Estado. El actual, Paul Biya, católico, de 75 años, es presidente desde 1982 y quiere seguir siéndolo. En 2008 se reformó la Constitución para suprimir el límite a los mandatos presidenciales, con lo que Biya podrá presentarse de nuevo a las elecciones en 2011.

El partido de Biya domina ampliamente la vida política, aunque se permite una oposición formal. Como otras instancias, también los obispos católicos criticaron la perpetuación de Biya en el poder.

En Yaundé el Papa tendrá un encuentro con representantes de la comunidad musulmana, lo que será ocasión para impulsar el diálogo con el islam en un país donde hasta el momento ha habido buenas relaciones.

Con unas modestas reservas de petróleo y unas buenas condiciones para la agricultura, Camerún registra un crecimiento económico del 4% y una renta per cápita equivalente a 2.400 dólares anuales. El 70% de la población trabaja en la agricultura. La esperanza de vida es de 53,3 años, afectada por una prevalencia del HIV/sida del 6,9% en 2003.

Angola, primicia de la evangelización

Así como Camerún ha disfrutado de décadas de paz, Angola acabó su larga guerra civil (de 1975 a 2002) hace ahora siete años. Angola es el octavo productor mundial de crudo, y su guerra civil tuvo mucho que ver con el control de esas reservas de petróleo.

La Iglesia católica está en Angola desde finales del siglo XV con los misioneros portugueses, y la gran celebración de los cinco siglos de evangelización se hizo ya en 1992, con un viaje de Juan Pablo II. Según ha declarado el obispo de Viana, Mons. Joaquim Ferreira Lopes, a la agencia portuguesa Ecclesia, “en el África austral Angola ocupa un lugar histórico privilegiado, ya que la Iglesia comenzó aquí a finales del siglo XV, y toda la epopeya de la Iglesia al sur del Ecuador pasa por aquí, como una señal que ninguna otra nación tiene; nadie puede quitar a Angola esa primacía”.

De los 16,3 millones de habitantes, los católicos son el 55,6%. Actualmente hay 27 obispos, 794 sacerdotes, 2.276 religiosos, y 1.236 seminaristas mayores.

La Iglesia mantiene 481 centros educativos -desde escuelas primarias a superiores-, donde estudian 226.000 alumnos. A esto hay que sumar la atención sanitaria que se presta en 23 hospitales, 269 ambulatorios y varias decenas de residencias de ancianos, orfanatos y consultorios familiares.

Petróleo y pobreza

El jefe del Estado es José Eduardo Dos Santos, que se mantiene en el poder desde 1979, tras sobrevivir a la larga guerra civil. Su partido, el Frente Nacional para la Liberación de Angola, es ampliamente mayoritario, con un 81% de los votos en las últimas elecciones de 2008.

El crecimiento económico, impulsado por los altos precios del petróleo de los últimos años, se ha mantenido en una media del 15% anual de 2004 a 2007. La renta per cápita ha subido a 9.100 dólares, pero la esperanza de vida al nacer apenas llega a los 41 años y la mortalidad infantil es del 141 por mil.

El país cuenta con grandes recursos naturales -extensos bosques, oro, diamantes, yacimientos de petróleo, recursos pesqueros-, pero para explotarlos bien necesitaría también mejorar las infraestructuras, muy dañadas por la guerra civil. Como en otros países africanos, China está colaborando en la construcción de infraestructuras, a cambio de su acceso a las materias primas. Angola tiene también créditos concedidos por Brasil, Portugal, Alemania, España y la Unión Europea. Toda estas entradas de capital extranjero y de las divisas por exportaciones de petróleo han sido un caldo de cultivo de la corrupción, especialmente en las industrias extractivas.

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