En la última reunión de ministros de exteriores europeos estaba previsto aprobar un texto de condena de los ataques que sufren las minorías religiosas. Pero, ante la negativa de algunos países -entre ellos España- a que el documento se refiriera expresamente a las masacres sufridas por los cristianos, algunos ministros prefirieron dilatar el acuerdo. Todo indica que Catherine Ashton, Alta Representante de la diplomacia europea, no era favorable a la propuesta. Tampoco parece que hubiera riesgo de dar alas al “choque de civilizaciones”, cuando ese mismo día en París la propia comunidad musulmana organizaba una manifestación en solidaridad con los cristianos perseguidos en Oriente.
Mucha tozudez hace falta para negar la evidencia, y no cede…
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