En los últimos días se ha producido un crescendo en la violencia que sufren los cristianos iraquíes. Al brutal atentado contra la catedral del Perpetuo Socorro, en el centro de Bagdad, se ha unido la amenaza de exterminio por parte de Al Qaeda, con los últimos ataques a casas de fieles, saldados con nuevas muertes.
Ante la violencia desatada, el arzobispo siro-católico de Bagdad Mons. Atanase Matti Shaba Matoka, se ha dirigido al mundo: “Pedimos una pronta intervención de la comunidad internacional y suplicamos al Santo Padre y a la Iglesia universal que vengan en nuestra ayuda. Hoy sólo podemos esperar y rezar, confiando nuestras vidas en manos de Dios”.
El Consejo de Seguridad de la ONU ha mostrado ya su consternación por los atentados …
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