Simpática comedia familiar, basada en los libros de Judith Viorst. Sigue a Alexander Cooper, un chaval que en vísperas de su 12 cumpleaños ha tenido un día horrible, a diferencia de sus padres y tres hermanos, a los que todo parece ir de perlas: en el trabajo, con la novia soñada o protagonizando una función escolar de Peter Pan. En tal tesitura, pide un deseo de cumpleaños: que los demás tengan una jornada espantosa, para que se enteren, y que él, en cambio, tenga un buen día. Para su sorpresa, el deseo empieza a hacerse realidad.
La cinta que dirige Miguel Arteta entronca con cintas como Big o Ponte en mi lugar, en que por arte de magia, las cosas suceden de un modo diferente al acostumbrado. También, en lo referente a sentirse diferente al resto de la familia, el pequeño Alexander recuerda al niño Kevin de Solo en casa. En cualquier caso, la sencilla trama permite orquestar un buen puñado de situaciones cómicas, algunas muy físicas, a la vez que surgen los buenos sentimientos de todos los componentes del clan Cooper.
Hay acierto en la selección de los actores adultos, la encantadora Jennifer Garner y el tronchante Steve Carell. En cuanto a los poco conocidos chavales, cumplen sobradamente, especialmente Ed Oxenbould, que como Alexander debe soportar gran parte del peso narrativo.
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