En dos cruentas jornadas, el 6 y el 14 de junio de 1808, las tropas francesas sufrieron en el macizo de Montserrat dos terribles emboscadas. Un monumento al célebre tambor del Bruc recuerda el hecho con este lema: “Viajero, para aquí, / que el francés también paró. / El que por todo pasó / no pudo pasar de aquí”.
Benmayor dirige con solvencia el guión, que concentra la acción en un duelo, planteado al más puro estilo de un western de caza del hombre: “Un ejército invencible. Una montaña sagrada. Un hombre solo”.
Un diseño de producción impecable y un rodaje en exteriores que permite asombrarse ante un paisaje grandioso, confieren a la película un vigor llamativo. La cinta tiene uno de los mejores arranques de cine bélico español. La present…
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