Los mejores guiones los escribe la vida; el consabido dicho bien puede aplicarse a esta película, dirigida por Marc Rothemund —conocido sobre todo por Sophie Scholl—, y cuyos guionistas, Oliver Ziegenbalg y Ruth Thoma, adaptan el libro autobiográfico de Saliya (Sali) Kahawatte. Este joven germano-cingalés logró, con una visión de tan solo el 5%, seguir una formación profesional en un hotel y regentar más tarde un restaurante propio.
La cámara de Bernhard Jasper asume, una y otra vez, el punto de vista del joven; se aprecia así no solo la falta de visión, sino también cómo Sali emplea el oído y su fenomenal memoria. Con todo, puede comprobarse el enorme esfuerzo que realiza. El guion sigue un esquema clásico: tras los primeros éxitos, llega …
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