Alfie, un jubilado cercano a los 70 años, deja a Helena, su mujer, por Charmaine, una prostituta hortera de pelo teñido. Helena cura sus penas acudiendo a una echadora de cartas y flirteando con un viudo. Mientras, su hija Sally se plantea dejar a su marido, Roy, para irse con su jefe. Por su parte, Roy, un escritor mediocre que solo ha conseguido publicar una novela, se ha enamorado perdidamente de su exótica vecina a la que espía por la ventana.
Sí, es Woody Allen. Un Allen a años luz de la originalidad de Annie Hall o Hannah y sus hermanas, de la chispa de Misterioso asesinato en Manhattan y, no digamos, de la reflexión moral de Match Point. Un Allen que sigue hablando de lo de siempre -del amor, del sexo, de la muerte y de la religión- …
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