Estamos en Texas en el año 1979, y vemos a Mike Milo, una vieja estrella del rodeo, jubilada prematuramente por un accidente, que toca fondo. Algunos meses después, Howard Polk, su antiguo jefe, le pide –más bien le exige– un favor: Mike tiene que ir a México a buscar, secuestrar si hace falta, a su hijo Rafael. El chaval vive con su madre y está yendo por mal camino. Howard quiere recuperar al chico y alejarlo de las malas influencias. Naturalmente, las cosas no son tan simples como las pintan.
Cry Macho adapta una novela de N. Richard Nash escrita hace cincuenta años. Situarla en 1979 le viene bien, al igual que no mencionar la edad de Milo, que debería de estar en sesenta y tantos años. Clint Eastwood tiene 91 y conserva un pulso envidia…
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.