Ben y Bea se conocen casualmente en una cafetería y, después de una cita maravillosa, se convierten en los peores enemigos. El problema es que vuelven a coincidir en una boda y deciden fingir que están juntos.
No estaríamos hablando de esta comedia romántica si no fuera porque su rodaje y su promoción la han convertido en viral. Will Gluck –al que se le da mejor el cine de animación (Peter Rabbit 2: A la fuga) que la comedia romántica (Con derecho a roce)– tira del atractivo de dos jóvenes actores muy populares (Sydney Sweeney, famosa por la serie Euphoria) y Glen Powell (al que vimos en Top Gun: Maverick) y tira del peor manual de comedia taquillera: topicazos, bromas escatológicas, sexo y un final que conocemos desde el primer fotograma.