Una versión de esta reseña se publicó en el servicio impreso 88/13
Aproximarse a una figura tan conocida como controvertida, y por otra parte, tan reciente, como la princesa Diana de Gales, es una empresa de alto riesgo. Un director de cine que asuma esa tarea sabe de antemano que siempre habrá sectores que critiquen duramente su película, y mucha gente denunciará carencias, matizará o mostrará desacuerdo con múltiples aspectos. Efectivamente, Diana ya ha generado polémicas y ha sido duramente tratada por muchos comentaristas; pero en su conjunto es una película lograda.
El director alemán se basa en el libro escrito en 2000 por Kate Snell, El último amor de Diana, convertido en guion por Stephen Jeffreys. El argumento se centra en el roma…
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.