Peter Bogdanovich no solo es un grandísimo director de cine, responsable de obras magníficas como ¿Qué me pasa, doctor? o Luna de papel. Es también un formidable estudioso del séptimo arte, como demuestran sus libros, entrevistas y documentales dedicados a maestros como John Ford, Fritz Lang y Orson Welles.
Ahora dedica un atinadísimo documental al gran comediante apodado injustamente “Cara de palo” –nunca sonreía, pero era muy, muy expresivo, se nos recuerda–, en que se combina la atención a sus aportaciones cinematográficas –sobre todo en la década de los 20, con títulos como El maquinista de la General–, con su trayectoria personal. Bogdanovich sabe diseccionar sus aportaciones, y lo ejemplifica todo muy bien con fragmentos de sus filmes y opiniones de muchos personajes, desde Dick Van Dyke hasta Quentin Tarantino. Tiene encanto ver algunos destellos de su genio en la etapa de declive.