El palacio ideal cuenta la historia de Ferdinand Cheval, el cartero de un pequeño pueblo del departamento de Drôme, que invirtió 33 años de su vida en poner en pie con sus solas manos un palacio con inspiraciones bíblicas y de la mitología hindú. Sin ninguna ayuda económica, y con el escepticismo de su entorno, fue capaz de mantenerse en su propósito hasta el final.
La historia de Cheval es curiosa y la película está contada en un tono amable. Refleja el ambiente de una sociedad rural en el siglo XIX quizá algo idealizada, pero ensalza valores hoy perdidos, como la ayuda entre vecinos, la humanidad para aceptar a cada cual con sus peculiaridades, el compromiso y el respeto hacia el propio trabajo, etc.
La película es más valiosa desde ese punto de vista que desde el cinematográfico, pero puede resultar interesante y hacer pasar un rato agradable.