Directores: John Musker y Ron Clements. Guión: Ron Clements, John Musker y Rob Edwards. Animación. 95 min. Todos.
John Musker y Ron Clements han dirigido para la Walt Disney películas de la talla de La Sirenita, Aladdin o Hércules. Ahora ofrecen una espectacular y entretenida versón libre de La isla del tesoro, la popular novela de Robert Louis Stevenson. Aquí, Jim Hawkins es un rebelde chaval de 15 años, huérfano de padre, que malvive en un singular universo retrofuturista. Un golpe de suerte le permite embarcar como grumete en un sofisticado galeón intergaláctico que se dirige hacia un planeta remoto en busca del «botín de los mil mundos», un legendario tesoro del que Jim posee el mapa. Pero en el barco viaja disfrazado de cocinero el temido pirata-cyborg John Silver con muchos de sus secuaces.
La película parte de un guión muy clásico -ágil, elegante y dramático-, plagado de tipos sugerentes que encarnan interesantes conflictos en torno a la rebeldía juvenil, la ambición, la traición y la amistad. Ciertamente, el robot B.E.N. -íntegramente diseñado y animado con ordenador- desentona un poco, sobre todo por su humor alocado e infantil. Pero, sus salidas de tono se compensan ampliamente con las excelentes secuencias entre Jim y Silver, y con las imaginativas gamberradas y transformaciones de Morph, la genial mascota del pirata.
En cuanto a la resolución visual, Musker y Clements siguen los pasos de Don Bluth y Gary Goldman en Titán A.E., y toman prestados elementos del anime japonés, tanto de la escuela mágico-naturalista de Hayao Miyazaki, como de la escuela apocalíptica de Katsuhiro Otomo. Sobresalen las apabullantes escenas aéreas y toda la ambientación retrofuturista, resueltas con una magistral animación integrada en 2D y 3D. Por su parte, la vibrante partitura de James Newton Howard acompaña bien a la acción, al igual que la preciosa balada de John Rzeznik Im Still Here (Sigo aquí).
Jerónimo José Martín