Intérpretes: Gustavo Salmerón, Ana Álvarez, Achero Mañas.
Sobre un guión de Rafael Azcona describe Gutiérrez Aragón hermosos paisajes fluviales del Norte de España. Parece quererse superar la línea habitual, ibérica, con una cierta alegría juvenil y una situación actual; pero ahí siguen el pueblo y su loco lúbrico, la religión cuasi folklórica, la madre soltera, el incesto, la hipocresía moral, la grosería sexual como pintoresquismo…
La construcción del personaje protagonista -el sobrino que crece en la familia como si fuera hijo- se muestra insuficiente, con lo que Gutiérrez Aragón sólo consigue describir -con profesionalidad técnica y muchos medios- paisajes con figura; la del sobrino, que crece como un cuco en nido ajeno, y lo sabe, y se aprovecha de la situación en detrimento de los demás, no pasa de ser un apunte, que exigiría mayor profundización.
Así, la presencia de los actores jóvenes resulta casi solamente una hermosa fotografía en el turístico paisaje; y los veteranos (Carmen Maura y Alfredo Landa), por falta de un más sólido papel, se quedan en lo más superficial de Carmen Maura y Alfredo Landa.
Pedro Antonio Urbina.