La idea de Espías con disfraz procede de un simpático cortometraje que corre por Internet: Pigeon: Impossible. Pero solo la idea. En este largometraje, Lance Starling (Will Smith) es un superagente que siempre termina sus misiones perfectamente y sin apenas ensuciarse. Pero algo falla en la última, en la que desaparece el artilugio que tenía que recuperar, y unas pruebas parecen acusarle de ser el culpable.
Espías con disfraz es una simpática película animada al más puro estilo de la saga de James Bond, a la que parodia. Aunque con un guion muy predecible, la acción es trepidante y con situaciones realmente divertidas. Para disfrute de los más pequeños ‒a la vez que aprenderán a no despreciar a nadie‒ y entretenimiento de los mayores.