Que un film austero que narra la vida y la trágica muerte de siete monjes en Argelia se haya puesto a la cabeza de la taquilla en Francia es toda una sorpresa. En veinte días desde el estreno, más de 1,3 millones de espectadores han visto Des Hommes et des Dieux, de Xavier Beauvois, película que representará a Francia en los Oscars.
La película se inspira en el caso de la comunidad del monasterio cisterciense de Tibéhirine, en las montañas argelinas en los años noventa. Su labor era muy apreciada por la población local, con la que convivían en armonía. Pero poco a poco la violencia del terrorismo islámico se instala en la región. A pesar de las crecientes amenazas, los monjes franceses deciden quedarse. Pero en marzo de 1996 los monjes son secuestrados y dos meses después aparecen asesinados. El crimen fue atribuido al grupo terrorista GIA, aunque documentos que han salido a la luz recientemente hablan también de la implicación del ejército argelino.
Este duro tema ha sido tratado por Beauvois de un modo sobrio, que se centra sobre todo en la reflexión que hacen los monjes para decidir quedarse. Más que el drama en sí mismo, el film refleja cuestiones esenciales sobre el sentido de la vida, la fraternidad, el espíritu de servicio, las relaciones entre cristianismo e islam.
Este film difícil tuvo un gran éxito de crítica en el festival de Cannes, donde recibió el Gran Premio (el segundo después de la Palma de Oro). Pero no todo film premiado consigue atrapar al público, y este lo ha conseguido.
Razones del éxito
¿A qué se debe el éxito de taquilla? Sin duda, a que es una buena película, con unos magníficos actores. También hay que tener en cuenta el eco que tuvo en Francia el asesinato de la comunidad cisterciense, y la prensa ha recordado ahora el misterio que aún rodea su muerte.
Pero este es uno de esos casos en que el éxito de un film se debe sobre todo al boca a oreja, que es el mejor marketing cinematográfico. Los exhibidores explican que el film atrae no solo a los cinéfilos, sino también a un público católico adulto que va poco al cine. Nunca han visto en la sala tantos religiosos y religiosas. Pero para llegar a 1,3 millones en menos de tres semanas hace falta bastante más que eso en Francia.
La distribuidora -Mars Distribution- reconoce que su esfuerzo de promoción se ha centrado de modo especial en la comunidad católica, a través de la prensa de información religiosa, pre-estrenos para representantes de la Iglesia, encuentros de los actores con grupos católicos… Por su parte, la Iglesia ha animado a los fieles a ver el film. La Conferencia episcopal lo ha saludado como “una obra maestra de la paz”; las radios católicas han llamado la atención sobre él. Y el boca a oreja del público ha hecho el resto. Las 252 copias con que fue lanzado el film el 8 de septiembre se han aumentado hasta 464.
Des Hommes et des Dieux no es el primer film con protagonistas religiosos que triunfa últimamente. En 2006, El gran silencio, de Philip Gröning, documental de casi tres horas sobre la vida cotidiana de los monjes de la Gran Cartuja de Grenoble, tuvo un éxito inesperado. En España, ha ocurrido lo mismo con La última cima, de Juan Manuel Cotelo, que cuenta la historia de Pablo Domínguez, sacerdote muerto en un accidente de montaña a los 42 años, combinada con la opinión de gente de la calle sobre los sacerdotes de hoy.