Después de un breve flashback sobre la historia de las hermanas Elsa y Anna, todo sigue con la paz y armonía con la que quedó Arendell, en el final de Frozen. El reino del hielo. Pero la vida de ese reino cambia por completo cuando Elsa decide seguir una voz que solo ella oye y la empuja hasta un bosque mágico donde vive la tribu de Northuldra. Por supuesto, en este viaje le acompañan Anna, Kristoff, el reno Sven y el muñeco de nieve Olaf.
Mucho se había dicho sobre la trama secreta de Frozen II, pero poco se ha acertado: ni romance entre personas del mismo sexo, ni padres misteriosamente vivos… Disney ha sabido mantener el secreto sobre una historia notablemente nueva y, visualmente, preciosa y espectacular. Aunque en algunos momentos la trama es un poco confusa, hay buen ritmo y los gags –sobre todo de la mano de Olaf– tienen mucha gracia. Por otro lado, las canciones, aunque ninguna llegue al nivel de la famosa Let It Go, lucen muy bien.