Director y guionista: Jim Jarmusch. Intérpretes: Forest Whitaker, John Tormey, Cliff Gorman, Henry Silva, Isaach de Bankolé, Camille Winbush. 115 min. Adultos.
Es sabido que Jim Jarmusch (Extraños en el paraíso, Mistery Train, Night on Earth, Dead Man) es el rey de la independencia fílmica; digo, hace siempre lo que quiere y como quiere, y es un creador con estilo personal.
Ghost Dog es un hombre negro que, en su juventud, fue salvado de la muerte por Louie, al que rendirá servicio abnegado hasta la muerte, aunque ese Louie resulte ser un gangster. Y es que Ghost Dog es un samurai, y tiene un código de conducta, que medita cada mañana…
Tómese esta propuesta con fino sentido del humor, que ridiculiza con tino y medida el ambiente de los gangsters de película, aquí gordos, torpes y jubilados. Un error imprevisto por otros hace que toda la banda, con traición y falsedad, persiga a muerte a Ghost Dog. Esta es la urdimbre de acción, sobre la que tienen lugar los serenos encuentros en un banco del parque con la niña Pearline, que lee tanto, y con su fiel amigo el heladero, que sólo habla francés; y sobre la que se aquieta la seria honradez, peculiar pero heroica, de Ghost Dog. Y nada más, solo que ese inteligente contrastar las locas carreras y torpezas de los gangsters con la actitud serena y meditativa de Ghost Dog… conmueve, lleva a la reflexión. Como reflexionan a su modo la niña lectora y el heladero ante la noble actitud de Ghost Dog, trágica, como si un pesado destino le hubiera cargado de cadenas. Tómese esta propuesta de Jarmusch como una parábola a la japonesa que sucede en algún lugar de América.
Pedro Antonio Urbina