En 1991, el polémico Oliver Stone (Platoon, Nacido el 4 de julio) ponía en tela de juicio las conclusiones de la Comisión Warren acerca del asesinato del presidente John F. Kennedy en su magistral película JFK: Caso abierto. Veinte años después, con motivo de la desclasificación de archivos secretos, estrenó en Cannes este documental que confirma muchas de las suposiciones adelantadas. Según sus propias palabras, “las teorías sobre una conspiración son ahora hechos sobre una conspiración”.
Los nuevos documentos aportan pruebas de la cuestionable autoría de Lee Harvey Oswald, pero Stone aventura, con detallados fundamentos, su hipótesis sobre los verdaderos promotores del magnicidio: la CIA y su director Allen Dulles. Es un documental sincero, con ritmo y exhaustivo (para bien y para mal).
Como en su anterior JFK, Stone evidencia –sin sombras– su admiración por la figura del presidente, y destaca su relevancia en la lucha por los derechos civiles y el intento de virar la política exterior americana hacia una paz necesaria y duradera.