Po es un perezoso y gordo panda, fanático seguidor de las artes marciales, que trabaja como pinche y camarero en el restaurante de tallarines de su padre, el ganso Mr. Ping. Un día, tras diversas situaciones rocambolescas, la tortuga Oogway elige a Po como Luchador Dragón en detrimento de los legendarios Cinco Furiosos, alumnos aventajados del maestro Shifu. Esto obliga a Po a aprender kung fu a la carrera para poder enfrentarse al temido Tai Lung, un vengativo leopardo de las nieves.
Esta parodia de las películas de artes marciales padece el tono ligero y el desarrollo episódico característicos de las producciones animadas de DreamWorks (Shrek, Vecinos invasores, Bee Movie). Y, además, profundiza poco en los personajes secundarios, sobre todo en los Cinco Furiosos, cuyas historias podrían haber dado mucho más de sí.
De todas formas, los diseños de personajes, los fondos y la animación en 3D son quizás los más logrados hasta la fecha por la productora de Jeffrey Katzenberg. Y, como el guión es original, divertido y positivo, la película alcanza su meta de entretener al público y hacerle reír. Además, al haber reservado a los personajes secundarios, DreamWorks puede hacer con sus historias las continuaciones que quiera.
