Primer largometraje de animación del historietista e ilustrador italiano Lorenzo Mattotti, que adapta una fábula de Dino Buzzati, todo un homenaje al arte de contar historias.
Ayudado en el guion por Thomas Bidegain –autor de los libretos de Los hermanos Sisters o Un profeta– y Jean-Luc Fromental, consta de dos secciones: en la primera, dos cómicos, padre e hija, se refugian de la nieve en una cueva, donde encuentran a un oso ante el que representan y narran la famosa invasión de los osos en Sicilia, hasta que su líder Léonce, que buscaba a su hijo perdido, fue coronado rey. Por su parte, el oso continuará el relato explicando lo que ocurrió después. De lo narrado se sugieren, con inteligencia, lecciones acerca de las dificultades para la convivencia entre culturas diferentes.
Sobresale el diseño colorista de personajes y decorados, deslumbrante, de gran belleza y rompedor para lo que se suele estilar en el mundo animado. Y está perfectamente lograda la transición del relato en la cueva, con decorados de los cómicos, a las imágenes que muestran lo que cuentan, y la voz en off del narrador, que uno teme que va a tener una presencia excesiva, acaba encontrando su lugar, sin volverse cargante.
