Antes de volver a Estados Unidos, tras una fracasada reunión de negocios en Moscú, Sean y Ben se ven atrapados en la capital por una invasión de extraterrestres que parecen estar hechos de ondas electromagnéticas. Pronto forman parte de los escasos supervivientes.
Producida por Timur Bekmambétov , responsable de Guardianes de la noche, la película es excesivamente simplona y tópica. Destacan los efectos especiales y la fotografía de las calles de Moscú.