No cabe duda de que John Williams es uno de los músicos más importantes de la historia del cine contemporáneo. Forjado en el piano y el jazz –de ahí, por ejemplo, la mítica escena de la cantina en La Guerra de las Galaxias o la banda sonora de Atrápame si puedes–, ha tocado infinidad de teclas muy reconocibles: desde esas dos notas que provocan el terror por un tiburón invisible, o las cinco que permiten dialogar con extraterrestres, a otras tan dispares que dieron lugar a las bandas sonoras de Indiana Jones, Harry Potter, Solo en casa, Parque Jurásico… o la sublime La Lista de Schindler.
John Williams, aunque ya con un Oscar bajo el brazo por El violinista en el tejado, fue descubierto por Steven Spielberg. En manos de Laurent Bouzereau, el documental sumerge al espectador en la vida y obra de este genio musical, quien, además de otras cuatro estatuillas, fue nominado 54 veces por la Academia –solo superado por Walt Disney– y es autor de más de un centenar de bandas sonoras, sin contar otras composiciones no cinematográficas.
Pero, más allá de las cifras, Bouzereau, a través de vídeos y testimonios, consigue mostrar una imagen llena de calidez y alegría de Williams, una cualidad poco explorada hasta ahora, pero que se refleja en cada nota de las composiciones de este músico que, en palabras de Spielberg, “es atemporal y va camino de ser eterno”.
Jaume Figa Vaello
@jaumefv
