Director: Simon Wincer. Intérpretes: Jason James Ritcher, Keiko, Lori Petty.
Jesse es un chico problemático. Su madre le abandonó cuando era muy pequeño, le gusta vagar por la calle con no muy buenas amistades y no congenia con sus padres adoptivos. Su vida cambiará cuando se haga amigo de Willy, una orca que es la principal atracción de un parque acuático.
En el film se entrecruzan dos historias sólo en apariencia contradictorias. Por un lado, la de Willy, que Jesse quiere devolver al mar ante los crueles planes de su dueño. Y por otro, la de Jesse, que debe aprender a valorar el hogar que se le ofrece frente a la aparente libertad que le supondría fugarse.
Con el matrimonio Donner en la producción y el prolífico director australiano Simon Wincer tras la cámara, se asiste a una película simpática, pero en la que se echa de menos un poquito de hondura en los personajes. Hay espectacularidad en las secuencias con la gran ballena, pero a veces frenan la historia.
Además de entretener con una aventura diferente, el film apunta algunas ideas interesantes sobre el espíritu de lucha, las dificultades de la adopción, la necesidad de superar el egoísmo y fomentar la comprensión, y el valor de la ecológica amistad del niño con la orca, bañada de una espiritualidad compuesta de leyendas indias.
José María Aresté