Director: Wim Wenders. Guión: Sam Shepard. Intérpretes: Sam Shepard, Jessica Lange, Tim Roth, Sarah Polley, Gabriel Mann. 122 min. Adultos. (XD)
El prestigoso director alemán afincado en Los Ángeles vuelve a la carretera. Lo hace de la mano de Sam Shepard, guionista de la memorable «París, Texas» (1984). Shepard, también actor, interpreta a Howard Spence, un actor en declive, egoísta y alcoholizado. Al enterarse de que tuvo un hijo, Spence decide ir en su busca, abandonando el rodaje de una película del oeste en la que interpreta un papel secundario. Para lograr encontrar al hijo desconocido se verá obligado a rebobinar una vida lastimosa, caracterizada por la promiscuidad sexual y la huida compulsiva de todo compromiso.
La película está muy bien hecha, como todas las de Wenders, con una fotografía y una música deslumbrantes. Pero es poco original y se parece demasiado a la reciente «Flores rotas», de Jim Jarmusch, uno de los grandes del cine indie. Estamos ante una cinta apreciable pero claramente inferior a la en apariencia mucho más modesta «Tierra de abundancia», rodada mientras se solucionaban algunos problemas de producción de esta. «Tierra de abundancia» tenía menos pose, muchas menos ínfulas que su predecesora. Por eso resulta bastante más auténtica y sincera.
Alberto Fijo