A dos agentes relegados a tareas de oficina se les presenta la oportunidad de convertirse en una pareja de policías de película, como la que forman sus compañeros Danson y Highsmith, interpretados durante un rato por Samuel L. Jackson y Dwayne Johnson.
Prototipo del subgénero de humor idiota-absurdo-procaz, la película lo abandona todo a intérpretes muy conocidos con fama de buenos improvisadores, situaciones surrealistas con un marcado cariz escatológico y unos diálogos que insisten una y otra vez en los mismos temas, A y/o B. Machismo casposo a escape libre, mujeres florero explosivas enamoradas de panolis, Wahlberg riéndose de su condición de hombre duro y resolutivo y… poco más. La trama no tiene chispa y la has visto mil veces. Te puedes reír con algunas patochadas (lo de Keaton es realmente divertido). pero son 7-10 minutos de los 107, y el resto es vulgar y, demasiadas veces, zafio.