La detective Alice Gould ingresa en un psiquiátrico para investigar un crimen. Durante unas semanas tendrá que simular una paranoia para poder realizar su trabajo. Así comienza la novela de Torcuato Luca de Tena publicada en el año 1979 con un enorme éxito de lectores y también de la crítica literaria. Su adaptación al cine ha tardado mucho tiempo en terminar de concretarse, y finalmente se ha realizado con un presupuesto muy generoso en el cine español (11 millones de euros).
Precisamente en esta calidad técnica empiezan los problemas de esta película. Todo el vestuario y la dirección artística es tan impecable que tiene un aspecto artificial que daña la credibilidad del relato. Por otro lado, el guion y las interpretaciones parecen más pendientes de los múltiples giros que ofrece la novela, que del desarrollo dramático de los personajes. No es de sorprender en Oriol Paulo, un director marcado por el efectismo en series como El inocente, y películas como El cuerpo o Durante la tormenta.
El alargado metraje se sostiene gracias a una grandísima historia original, pero el viaje desaprovecha la complejidad del texto, y las posibilidades interpretativas de actores con tantos registros como Eduard Fernández, Barbara Lennie, Loreto Mauleón o Pablo Derqui. La película cuenta además con uno de los mejores compositores españoles, el prolífico Fernando Velázquez, que se impregna de esa frialdad atmosférica de la producción con una banda sonora omnipresente y carente de emoción y personalidad.
Un comentario
Me ha gustado la referencia, totalmente cierta y acertada (perdón por la cacofonía) a «El inocente». Si esta película es la mitad de efectista que ese referente, ya está lastrada negativamente. No la he visto, pero ayudan estas referencias para estar preparado.