Director: Wes Anderson. Guionistas: Wes Anderson y Owen Wilson. Intérpretes: Gene Hackman, Anjelica Huston, Ben Stiller, Gwyneth Paltrow, Luke Wilson, Bill Murray. 109 min. Jóvenes.
Una familia de genios con un punto, largo, de excentricidad. Son los Tenenbaums, cuyos tres hijos exhiben su talento en distintas disciplinas: Chas es un as de los negocios, Margot escribe teatro, y Richie maneja la raqueta de tenis como nadie. Pero estos dones van acompañados por una disfunción afectiva, que conduce al naufragio vital. Con el correr de los años, los padres viven separados, y cada miembro del clan arrastra en soledad profundas heridas amorosas.
Wes Anderson y Owen Wilson escriben su cuarto trabajo en común, donde apuntalan, con su toque personal de comedia, un mundo de patitos feos a lo Tim Burton, que dio lo mejor de sí en Academia Rushmore. Aunque sin reconocerlo expresamente, Anderson toma elementos autobiográficos para su historia, como el divorcio de sus padres, que le tocó vivir con ocho años, o la sensación de no ser comprendido a causa de su sensibilidad artística. El film adopta un tono disparatado, de situaciones extremas, que quizá a veces no toma demasiado en serio -verbigracia, el amor imposible entre hermanos adoptivos- y que en alguna ocasión le empuja a la grosería simple y llana.
Sí se apunta con acierto el intento de redención de Royal Tenenbaum, el padre (espléndido Gene Hackman), que simula una enfermedad mortal para recuperar el afecto de los suyos. O la necesidad de contar con el apoyo de los demás para salir adelante. El desgarrador grito «Necesito ayuda», o el simbólico secreto de Margot -lleva doce años fumando sin que nadie lo sepa-, hablan de esa necesidad tan humana de tener alguien a quien abrir el corazón. Con un ritmo agilísimo aunque algo irregular, y a través de un entorno de colores pastel y música nostálgica, Anderson y Wilson dibujan una galería de personajes entrañables -acierto pleno en el reparto- que, para vivir con aquello que les hace diferentes, necesitan el amor de los que les rodean.
José María Aresté