Paulette Van Der Breck es la esmerada directora de una escuela para muchachas en una provinciana localidad francesa. Se trata de que las chicas salgan de allí preparadas para el matrimonio en todos los sentidos.
La formación en la gestión del hogar era efectivamente una actividad docente por la que pasaron muchas mujeres de una época; otras muchas iban ya a la universidad y muchísimas más no tenían acceso a ningún tipo de formación. Son tiempos por fortuna superados.
Sin embargo, cuesta pensar que esos centros fueran lugares de semejante imbecilidad –lo malo del revisionismo histórico es que sea poco inteligente–. Por otra parte, el trazo grueso de la comedia no le sienta bien a un terreno tan resbaladizo como el feminismo, y si, además, la comedia es regular, apaga y vámonos.