Marco Antonio, un travieso chaval con poderes telequinésicos, viaja a Hong Kong para rescatar a su madre, una famosa actriz de cine, secuestrada por un mandarín que pretende controlar todas las televisiones del mundo.
El cine de animación español está tan en baja forma que cabe elogiar esta modesta adaptación de los populares comics de Mique Beltrán. Por escasez de medios, se nota demasiado el tratamiento informático de las imágenes. Sin embargo, la trama aplica bien la fórmula del cine de aventuras al tono mágico de la historia, y resulta positiva, ágil y entretenida. Además, las animaciones, la planificación, la música y las canciones son brillantes.
Jerónimo José Martín