Ganadora de 5 Oscars, este empeño personal de Walt Disney es una de las mejores películas familiares de todos los tiempos. En 1964, cuando Hollywood hacía películas de esas que llamamos para todos los públicos los padres no sufrían cuando les tocaba ir al cine con los niños, incluso disfrutaban más que ellos.
Cuando se vuelve a ver Mary Poppins, no solo se disfruta de una amenísima película. Los buenos aficionados descubrirán muchas virtudes técnicas en una película con un guión chispeante, una realización ágil y colorista y un ritmo endiablado. Magistralmente interpretada por la inglesa Julie Andrews, la cinta le supuso un merecido Oscar. Andrews derrochó simpatía en su debut cinematográfico, a los 28 años. Las secuencias que integran a los personajes y a los dibujos animados son un hito, una delicia al ritmo de la música pegadiza de los hermanos Sherman.