Un químico investiga un elixir anti envejecimiento. Pero un mono que tiene en su laboratorio se escapa y empieza a trajinar con los tubos de ensayo.
La pareja que forman los ya maduros Grant (48) y Rogers (40) es un verdadero encanto, una lección de cómo sacar partido a su edad para dar lugar a unas transformaciones hilarantes. Marilyn, volvió a demostrar lo buenísima actriz que es, en un papel de voluptuosa secretaria muy divertido.
La buena mano del maestro Howard Hawks (1986-1977) se nota una y otra vez: es un director dotadísimo para la comedia (Luna nueva, Bola de fuego), para el negro (Tener y no tener, El sueño eterno), para el musical (Los caballeros las prefieren rubias), para el western (Río rojo, Río Bravo). Tanto, que podríamos decir que nadie ha brillado a su altura en géneros tan dispares. Es el verdadero 4×4, puede con todo. Es un director de actores insuperable, y consigue siempre lo que quiere, hasta con … los monos. La secuencia de apertura (nunca mejor escrito porque empieza con una puerta que se abre) es un alarde de ingenio.