Un padre de familia es humillado por no haber repelido con violencia el asalto de unos ladrones a su casa. Esto le genera un conflicto interior que va a desenmascarar su lado oscuro, con insospechadas consecuencias.
La película, que no es apta para todos los estómagos por su exceso de violencia, nos propone una interesante reflexión sobre la sociedad hiperagresiva que hemos generado, en la que se han ido diluyendo el autocontrol y la mesura. La película es puro género de acción, y la clave está en que su guionista, Derek Kolstad, es el responsable de la saga de John Wick.