New York, I Love You es la segunda entrega de historias de amor en ciudades famosas que está produciendo Emmanuel Benbihy. Hace dos años el productor francés estrenó Paris, je t’aime, una larga colección de cortometrajes. Todos ellos historias de amor; cada uno de ellos poniendo de relieve un barrio de la capital francesa. Tras el éxito cosechado por París le ha tocado el turno a Nueva York -se habla de que Río, Shanghái y Jerusalén están aguardando su turno-, repitiendo fórmula; en este caso son diez directores, con actores de relieve, rodando en la Gran Manzana. Sobra decir que New York, I Love You no tiene historia, sino historias. El tema es el amor y su protagonista es la ciudad de Nueva York.
La cinta es muy diferente a París, je t’aime. En Nueva York nos encontramos ante una película que tiene unidad, más próxima a las obras corales de Robert Altman que a su antecedente francés.
El resultado final es notable. Las historias tienen imaginación, chispa, fantasía; los actores son magníficos y su presencia contribuye a sorprender al espectador: ver aparecer inesperadamente a gente como James Caan (y a tantos otros) es un acontecimiento festivo. Cada historia es diferente y tiene diferente nivel, pero todas ellas tienen calidad.
Al hablar de amor Nueva York cubre un amplio espectro, desde el flechazo instantáneo entre dos jóvenes con que comienza la película, al platónico enamoramiento por teléfono que surge entre una productora y su compositor, pasando por alguna desafortunada y zafia historia. El cierre es un broche de oro, con Eli Wallach y Cloris Lechman interpretando a un matrimonio gruñón, que celebra su sesenta y cuatro aniversario de boda. Sería difícil decir con qué historia quedarse. Se puede admirar el enfrentamiento entre Andy García y Hayden Christensen, la pasión de un pintor por una vendedora oriental a la que desea pintar, los preparativos de boda de Natalie Portman, o la mágica historia de Secar Kapur. En conjunto es un bello homenaje a Nueva York y una gran película.