El 4 de julio de 1957, el famoso piloto argentino Juan Manuel Fangio es secuestrado en La Habana por un comando revolucionario, que boicotea así el Gran Premio de Fórmula 1 que había organizado el dictador Batista.
El argentino Alberto Lecchi (Perdido por perdido, El dedo en la llaga) recrea este hecho histórico con hondura dramática, una cuidada ambientación y una brillante factura visual, cercana al cine negro y eficaz en su integración del drama, la acción y el suspense. Sin embargo, el conjunto se resiente un poco de su apolillado elogio del castrismo y de alguna interpretación poco creíble, que desentona con la contenida y rica caracterización de Darío Grandinetti.
Jerónimo José Martín