El cine francés vive momentos de esplendor. Produce películas muy variadas con unos niveles de calidad altos. Logra productos atractivos en el cine de género y una llamativa energía y originalidad en obras más arriesgadas, que suponen internarse en territorios que hay que explorar, porque no se han transitado mucho.
En este último apartado se enmarca Polisse. La realizadora, guionista y actriz (interpreta a la fotógrafa que acompaña a unos policías para hacer un reportaje periodístico) nos introduce en el día a día de una unidad policial que se ocupa de la protección de menores. El material que maneja la película es, como se comprenderá, quebradizo. Pederastas, maltratadores, autores y víctimas de abuso de menores, persecución de traficante…
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