Wise (1914-2005) tuvo un don para el musical y su adaptación de la obra escrita por Richard Rodgers y Oscar Hammerstein II resulta, en ese sentido, modélica. La opción por el formato 70 mm confiere a la película una elegancia llamativa y permite el brillo de unas localizaciones austriacas en las que uno espera ver de todo menos niños danzando detrás de un chica joven vestida de manera bastante horrorosa.
Evidentemente la película es Julie Andrews, pero sería un tremendo error (que muchos han cometido y cometen en un ejercicio de papanatismo) ignorar o pasar a más velocidad de la debida por encima de la excelente factura de una historia que sabe manejar la ingenuidad, bordeando -ciertamente- en ocasiones la cursilería pero remontando hasta lograr una bella historia de amor que vence la sinrazón y el odio que representa el Tercer Reich hitleriano.