Miles Morales es un adolescente de Brooklyn de tez oscura y origen latino. Su padre es policía. La historia comienza con el inicio de un nuevo curso en el que Miles estrena instituto: un colegio para gente bien y con dinero en el que no se siente cómodo. Miles es inteligente, pero lo que a él le gusta es ser grafitero con su simpático e inútil tío Aaron. Una tarde que están pintando en unos túneles del metro abandonados, una araña radioactiva le pica. A partir de ese momento conocerá a otros Spider-Men, cada uno salido de un mundo alternativo, paralelo al nuestro.
Sorprendente película que responde perfectamente al espíritu del cómic : una historia fresca, entretenida, llena de acción, de sorpresas y de sentimiento. Hay que aplaudir la labor de Phil Lord y Chris Miller, responsables de La Lego película, que han arriesgado fuerte y no han querido repetir la fórmula sino innovar. En primer lugar, la elección del medio, la animación digital, les da una libertad creadora impresionante; la estética moderna, tipo hip hop; la forma: es un auténtico placer ver cómo juegan con figuras, texturas y colores; en ocasiones los personajes recuerdan que han salido de un tebeo, en otras parecen de carne y hueso; a veces la cámara se mueve (parece hacer un largo travelling), en otras se congela como una viñeta y hay que leer los bocadillos. Y los diversos Spider-Men son tan distintos… pero se combinan de maravilla.
Este medio es particularmente adecuado para la historia de los mundos paralelos, nada complicada de seguir, por otra parte. Además, los autores se divierten mostrando las portadas de los tebeos a los que se refieren en cada momento. Hay un continuo juego de guiños a sucesos mostrados en algún cómic que hará las delicias de los fans; pero aun sin conocerlos se aprecian tales gestos, claramente fieles a los tebeos originales. Los autores añaden, no pueden evitarlo, toques personales en los que domina el humor disparatado. No el menor es haber introducido a Stan Lee en un cameo, como ha sido habitual en las dos últimas décadas.
En un alarde de equilibrio, esta película no olvida cuál es su tema: la maduración de un adolescente, la familia, el esfuerzo y la responsabilidad. Un magnífico Spider-Man, un prometedor reinicio.