Director: Stuart Baird. Guión: John Logan. Intérpretes: Patrick Stewart, Jonathan Frakes, Brent Spiner, LeVar Burton, Michael Dorn, Gates McFadden, Marina Sirtis. 116 min. Jóvenes.
La serie «Star Trek» comenzó a emitirse en televisión en 1966 y tuvo gran éxito. Año tras año, las aventuras de la nave Enterprise fueron un espejo de la Tierra, o al menos de la sociedad norteamericana, y sirvieron para debatir temas de actualidad. En 1979 el veterano Robert Wise la trasladó a la pantalla grande. «Némesis» es el décimo largometraje de esta saga espacial y se mantiene fiel a la fórmula y a su público, los llamados «trekkies».
El guión es bastante sencillo: el viejo imperio galáctico Romulano ha caído en manos de un dictador quien resulta ser un clon del capitán Picard y amenaza a la Federación. Pero la trama es lo de menos. El seguidor de «Star Trek» busca una serie de elementos por encima de cualquier historia o efecto especial: en primer lugar, la nave; segundo, la tripulación; tercero, unas posturas y unos gestos particulares en el puente de mando, el dictado al cuaderno de bitácora, el teletransportador Detalles tan conocidos que fueron fácilmente parodiados, con mucho encanto, en la comedia «Héroes fuera de órbita» («Galaxy Quest»). «Némesis» cumple plenamente sus compromisos con los «trekkies». Tiene además una tripulación particularmente bien compenetrada, en especial el tándem Picard-Data, y una serie de reflexiones válidas sobre el uso de la violencia, la democracia y aquello que nos hace más humanos.
Para el no adepto, la película es una obra correcta, mejorada técnicamente respecto a las dos últimas entregas y con influencias claras de las últimas obras de George Lucas.
Fernando Gil-Delgado