Ganadora de 1 Oscar:
Película de animación
Con Toy Story comenzó en 1995 un nuevo capítulo en la historia moderna del cine. El primer largometraje completamente animado dirigido por John Lasseter supuso el inicio de una historia de éxitos: 20 títulos, precedidos por otros tantos cortos, que han ido elevando el listón de la animación conforme iban estrenándose.
Pero no solo la técnica era cada vez más perfecta; lo excepcional de los estudios Pixar reside en que los guiones se iban haciendo –con pocas excepciones– más y más complejos. Buena muestra de ello son las siete nominaciones al Oscar al mejor guion original a lo largo de este casi cuarto de siglo. Las peripecias de los juguetes —en particular el vaquero sheriff Woody y el moderno astronauta Buzz Lightyear—, que tienen vida propia sin que lo sepan los humanos, y cuyo fin último reside en hacer felices a los niños, pero que también compiten entre ellos por el favor de sus dueños, tuvo continuación en Toy Story 2 (1999) y Toy Story 3 (2010). Nueve años más tarde, Pixar lanza la cuarta entrega de la franquicia.
Una vez más, la animación supera el listón que Pixar mismo había puesto: por ejemplo, cuando, al comienzo de la película, un coche con mando a distancia se defiende con todas sus fuerzas de ser arrastrado por el barro y las hojas; la escena no solo rezuma dramatismo sino que sorprende por su brillantez visual. Pero el verdadero fuerte de la película, como es la tónica general en Pixar, reside en las figuras, que pueden ser aparentemente muy sencillas como Forky, que la nueva propietaria de los juguetes, Bonnie, ha hecho con un simple tenedor de plástico y un limpiador de pipas. Forky, sin embargo, sufre una crisis de identidad, pues no se considera un juguete, sino basura, por lo que Woody se verá impelido a convencerle del verdadero fin para el que le ha hecho Bonnie.
Otra de las figuras nuevas es una antigua muñeca, Gabby Gabby, que sufre por haber quedado relegada a una tienda de antigüedades, donde nadie le hace caso. Gabby Gabby recuerda en su amargura al oso de peluche Lotso de Toy Story 3; pero mientras que Lotso se deja someter por la desesperación, Gabby es un personaje mucho más ambiguo, que no ha perdido aún toda esperanza. Toy Story 4 está lleno de extraordinarios personajes secundarios; así, el motorista canadiense Duke Caboom, desdeñado desde hace mucho tiempo, pero que tendrá una segunda oportunidad.
Aunque en algunas situaciones, Toy Story 4 recuerde a Toy Story 3, los guionistas –entre ellos, John Lasseter y Andrew Stanton– y el director Josh Cooley –coguionista de Del revés – dan otra vuelta de tuerca: gracias a sus complejos personajes, construyen una nueva joya que no solo deleita por su animación llena de ritmo y de humor, sino que trata complejos temas filosóficos-religiosos: el amor, la amistad, y la búsqueda de la felicidad en el cumplimiento del propio fin y en el sacrificio para lograr la dicha de los demás.