Eduardo Chapero-Jackson, de 40 años, se estrena en el largo metraje después de una brillante trayectoria como cortometrajista con una trilogía de explosiva estética visual que abordaba temas como la anorexia, la muerte o la venganza.
Para su puesta de largo ha optado por una fórmula sumamente complicada: Verbo es una película dirigida a adolescentes, protagonizada por los mismos adolescentes-tipo que copan las series televisivas. La diferencia es que, en lugar de comportarse como los chicos de Física o Química, el joven cineasta madrileño los pone a recitar el Quijote y hablar de los trascendentales del ser. Eso sí, con una estética rompedora y a ritmo de rap.
Cuando uno arriesga tanto puede naufragar. Y hay momentos en que Verbo casi va a …
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.