Planeta. Barcelona (2007). 250 págs. 21 €.
«Sostenemos que el argumento de estas memorias es la despedida del siglo XX, y su tema de profundidad, la lucha del escritor contra sí mismo, como uno de los hallazgos fundamentales en la cultura de la centuria». Esto dice Umbral que es su libro; sin embargo, tras leerlo, volvemos a encontrar los temas y las reflexiones que tantas otras veces ha abordado en sus novelas o diarios y en sus artículos periodísticos.
El plato fuerte siguen siendo sus valoraciones sobre aquellos escritores y periodistas que más han influido en su mundo literario, y a los que ha dedicado tantas páginas. Y también sus ya conocidas opiniones sobre la religión, el franquismo, el Opus Dei, la monarquía, etc. Uno tiene la sensación de que el mundo de Umbral no se ha detenido con el final del siglo XX sino mucho, mucho antes.
Eso sí, de vez en cuando aparecen comentarios certeros que resumen su estilo, como esta sobre el oficio de escritor: «Escribo y escribo. Me deleito en mi prosa esperando que llegue la página fundamental, única, sincera. Escribir es un bello oficio si se escribe así. Cuando se escribe por llenar folios se está moviendo la industria tipográfica, pero nada más». Sin embargo, estos aciertos puntuales no bastan para sostener un libro demasiado desaliñado.
Adolfo TorrecillaACEPRENSA