Tanto las declaraciones internacionales de derechos humanos como las constituciones de los Estados suelen considerar la dignidad humana como el fundamento de los derechos de la persona. Sin embargo, en los últimos diez años se ha puesto en duda este concepto, al que se ha calificado de inútil (Ruth Macklin) o incluso de idea estúpida y peligrosa (Steven Pinker). El debate académico en torno a esta controversia ha tenido gran intensidad y, en buena medida, ha servido para profundizar en el significado de la dignidad humana y sus consecuencias para la vida social.
Roberto Andorno, profesor de Derecho en la Universidad de Zúrich, lleva años ocupándose del tema y lo ha hecho desde la doble perspectiva de investigador y de miembro de organismos …
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