La finalidad de cualquier organización es cumplir su misión, a través de la consecución de unos determinados objetivos asociados a su actividad. Para ello, es necesario que las personas que trabajan en ellas desempeñen las funciones y las tareas que se les han encomendado. Pero alguien debe definirlas, asignarlas y coordinarlas buscando en todo momento lo que conviene a la organización. En definitiva, como señala Manuel Alcázar, algunas de esas personas deben mandar, o lo que es lo mismo, deben “dirigir a otros”. Este libro explica cómo hacerlo bien.
El lector no encontrará una guía práctica con “fórmulas mágicas”, sino planteamientos a considerar y comportamientos a evitar. El ensayo parte de una profunda reflexión sobre el papel y el trat…
Contenido para suscriptores
Suscríbete a Aceprensa o inicia sesión para continuar leyendo el artículo.
Léelo accediendo durante 15 días gratis a Aceprensa.