“Tras encontrarme con la muerte miles de veces, he llegado a la conclusión de que tenemos poco que perder y mucho que preparar”. A esta conclusión llega Kathryn Mannix, pionera en cuidados paliativos en Inglaterra, después de más de 30 años de dedicación. Convencida de que las sociedades contemporáneas han olvidado la cultura del acompañamiento en los últimos momentos de la existencia, y de que lo que se dice sobre la muerte en los medios de comunicación no tiene nada que ver con la realidad, se ha sentido interpelada a escribir un libro que dé a conocer cómo es, en verdad, el final de la vida, para desdramatizarlo y reflexionar sobre el mejor modo de afrontarlo.
El libro se compone de una serie de relatos sobre situaciones que ha vivido en primera persona y que le permiten ir ocupándose de cada una de las etapas del morir, desde la agonía hasta el duelo. Muchas de las historias son conmovedoras. Al hilo de ellas, se refiere a todo lo que necesitan las personas para tener una muerte en paz: evitarles el sufrimiento en soledad; combatir las “conspiraciones del silencio”; planificar anticipadamente con ellas la asistencia sanitaria que recibirán a medida que se aproxime el final; cuidar a los familiares, y no tratar al paciente como si fuera un individuo aislado; crear equipos asistenciales multidisciplinares en los que médicos y enfermeras tengan una especial colaboración; establecer pautas de medicación realistas, ajustadas a las circunstancias de los enfermos, y no solo a sus patologías; dedicarles tiempo, sentándose junto a ellos, para escucharles, conocer sus valores y anhelos, e informarles adecuadamente; no imponerse, sino acompañar; reconocer los errores y disculparse.
Durante sus años de profesión, Mannix ha descubierto que casi todas las personas que ha conocido “al final de sus días son extraordinarias. Soportan los síntomas con valentía. Aceptan que no pueden evitar la muerte y aprovechan cada día como si fuera el último. Pueden sustraerse a la tiranía de los planes, dejan de preocuparse por el futuro y disfrutan del presente”. Para que eso sea así, es imprescindible que tanto los profesionales como los acompañantes cumplan su papel, desde el convencimiento de que todas las personas que están próximas a morir pueden tener vidas tan significativas como las nuestras.
El libro, que ha sido un best seller en el Reino Unido, presenta semejanzas con otros que también lo fueron: Ser mortal, de Atul Gawande, y Ante todo, no hagas daño, de Henry Marsh. Como estos, no solo tiene interés para los profesionales sanitarios, sino para cualquier persona, pues todos moriremos y tendremos ocasión de acompañar a algunos de nuestros seres queridos en su morir.