Por causa de los crecientes fenómenos de globalización y despolitización en las sociedades occidentales, resulta en ocasiones difícil imputar a una entidad o a un individuo concreto los problemas sociales y económicos. Fruto de la necesidad por comprender cómo funciona nuestro mundo, puede surgir entonces la teoría del complot, el complotismo: una explicación acerca de quién controla realmente los resortes políticos, económicos y administrativos; en definitiva, quién ostenta el poder.
En este ensayo, Donatella di Cesare analiza minuciosamente por qué surgen estas teorías, quiénes las elaboran, de qué modo articulan su argumentación, cómo se difunden, qué impacto tienen en la vida pública y cómo pueden desarticularse. En el habla coloquial, quizá estemos más familiarizados con el término teoría de la conspiración, pero Di Cesare no da puntada sin hilo y comienza su estudio distinguiendo entre los términos conjura, conspiración y complot.
La autora, catedrática de filosofía teorética e investigadora del Holocausto, expone las raíces históricas del complotismo actual. En su recorrido histórico, partiendo de la Revolución Francesa, Di Cesare expone complots vinculados a los judíos, los masones y los jesuitas, citando incluso extractos de los panfletos u obras contra ellos. La actualidad, por su parte, ha cedido a los inmigrantes, los banqueros, los órganos mundiales de gobierno y la casta política el protagonismo en los complots.
Principalmente, resulta elogiable el esfuerzo de la autora por comprender las causas del complotismo, así como a quienes elaboran las teorías. No hay asomo de estigmatización o ridiculización hacia ellos (lo cual contrasta con la postura de Umberto Eco, criticado en un epígrafe por un anticomplotismo hiriente, vinculado a la burla y el desprecio). Para Di Cesare, esta vertiginosa globalización ha producido la confluencia de intereses entre empresas, Estados, asociaciones supranacionales, instituciones socio-culturales e incluso oenegés, lo cual ha incrementado la complejidad del mundo. El ciudadano busca respuestas para el mal funcionamiento de la sociedad y, desamparado ante tamaña complejidad, intenta convertir lo incomprensible en comprensible. Este fenómeno, según la autora, obedece a un impulso natural e irreprimible por racionalizar nuestra realidad.
Antes que condenar el complotismo, di Cesare ofrece al final unas claves para revertirlo. Para asimilar a sus partidarios en una sana convivencia democrática, sostiene, se debe incrementar la confianza en los sistemas político y judicial, así como en los medios de comunicación, canalizadores de información relevante para el ciudadano.