Anagrama. Barcelona (2002). 196 págs. 13 €.
El libro recoge media docena de conferencias pronunciadas por el autor a lo largo de los últimos años y unos cuantos escritos, aparecidos como prólogos, colaboraciones periodísticas, etc. Unas y otros son fruto de lecturas «casi siempre interesadas» sobre autores, libros o, en algún caso, obras de arte, y que revelan los gustos, simpatías y antipatías de Rafael Chirbes, uno de los más reconocidos críticos literarios y novelistas españoles actuales.
Así, son objeto de la atención del autor, entre otros, Boris Pilnyak (El año desnudo), Francis Bacon (cuyo Retrato de George Dyer reproduce la portada del libro), Ford Madox Ford (El buen soldado), Juan Marsé (Si te dicen que caí), Juan Eduardo Zúñiga (Largo noviembre de Madrid) o los tres capítulos sobre Max Aub (Vida y obra de Luis Alvarez Petreña, Campo de almendros), al que Chirbes considera el principal «heredero de la tradición galdosiana» y el referente fundamental de su propia escritura. Junto a ellos, aparecen los grandes nombres de la literatura universal (Shakespeare, Calderón de la Barca, Santa Teresa de Jesús, Zola, Flaubert, Proust, Stendhal, Tolstói, Mann, Pavese, Galdós, Cernuda y tantos otros), de los que Chirbes se sirve para expresar sus ideas sobre el papel de la literatura y sobre su propia relación con la literatura y el arte.
Algunos temas recurrentes se advierten en los textos que componen este volumen: la relación de cada novela -la literatura, el lenguaje- con una determinada manera de leer a quienes le precedieron; su relación con la realidad histórica en la que surge («hay determinados momentos en los que, a su pesar, se mezcla el arte con las sospechas de la historia»); y su relación con la propia subjetividad e intimidad («cada libro es un hombre entero que se entrega»). A través de esas cuestiones, Chirbes se aproxima a la dimensión pública de un texto literario, que es el objeto central al que responden los distintos capítulos del libro: se trata de indagar en la participación de los autores en la configuración de la sensibilidad del tiempo que les ha tocado vivir; de descubrir cómo las razones y experiencias del autor -que pertenecen al ámbito íntimo, del que no deben salir- «ayudan a componer o fijar ese espacio mental y hasta moral que es la sensibilidad de una época».
Marta Onandía