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El Reino

EDITORIAL

TÍTULO ORIGINALLe Royaume

CIUDAD Y AÑO DE EDICIÓNBarcelona (2015)

Nº PÁGINAS520 págs.

PRECIO PAPEL24,90 €

PRECIO DIGITAL9,99 €

TRADUCCIÓN

GÉNERO

Nuevo libro de Emmanuel Carrère (París, 1957), uno de los escritores más leídos en Francia. Como sus cuatro libros anteriores, de gran éxito en su país –El adversario (1999), Una novela rusa (2007), De vidas ajenas (2009) y Limónov (2011)–, El Reino es una novela híbrida de no ficción que también ha sido calificada como nuevo periodismo literario. En este caso, el autor, en primera persona, se introduce en la narración siendo el hilo conductor de una investigación biográfica que realiza sobre los primeros cristianos.

Carrère dedica más de cien páginas a explicar desde su experiencia personal su visión de la religión cristiana. Para ello, cuenta un episodio de su vida que apenas había sacado a la luz anteriormente. En 1990, con treinta años, se encontraba sumergido en una profunda crisis existencial que le llevó al borde del suicidio. En ese momento, gracias sobre todo al ejemplo de su madrina Jacqueline, una mujer católica con una potente fe contagiosa, Carrère se acercó al cristianismo y se convirtió. Como escribe el autor francés, duró apenas tres años “en el curso de los cuales me casé por la Iglesia, bauticé a mis hijos, asistí a misa regularmente (…). Me confesaba y comulgaba. Rezaba y exhortaba a mis hijos a rezar conmigo, cosa que ahora que son mayores les complace recordarme con malicia”.

Pero al cabo de tres años abandonó la fe. Volvió a ser lo que era antes, una persona escéptica y relativista que no cree en la Resurrección de Cristo, ni en la Iglesia, ni en el sentido trascendente cristiano. Tras su superada experiencia religiosa, Carrère practica seriamente el yoga como un camino metafísico y ha vuelto a acudir a su psicoanalista.

Tras la larga introducción, plenamente autobiográfica, comienza propiamente la novela, que es una investigación sobre los primeros cristianos. Carrère se basa especialmente en los Hechos de los apóstoles, escritos por san Lucas, uno de los protagonistas de este libro junto con san Pablo. Carrère escribe sobre la conversión de Pablo, su relación con Lucas, los viajes que realizan juntos, la detención de Pablo en Jerusalén, su periplo como prisionero hasta Roma. Luego se centra en Lucas evangelista y piensa cómo pudo escribir su evangelio. En su parte final, se refiere a Juan y el Apocalipsis.

En esta parte del libro, la narración está también salpicada de constantes referencias biográficas que hacen más amena e interesante la lectura, pues los sucesos sobre la vida de los primeros cristianos pueden resultar ya muy conocidos en sus cuestiones más generales. También incluye digresiones variadas, algunas peregrinas, como cuando explica en pocas páginas la fascinación que siente por la pornografía en Internet.

El autor se fía demasiado de sus impresiones y de sus intuiciones para interpretar la vida de san Pablo. El uso de fuentes es muy limitado y, además, la mayoría de ellas presentan una imagen negativa de Pablo o un punto de vista parcial de todos aquellos sucesos. Carrère pone en relación el nacimiento de la Iglesia primitiva con el contexto político y cultural del momento tanto en Roma como en Jerusalén. En este sentido, el cuerpo principal de la novela, la recreación de la vida de Pablo y de los primeros cristianos, resulta un relato ameno pero pobre y tendencioso, ya que el autor arrima el ascua a su sardina. Lo vuelve a decir el propio autor en esta novela-reportaje-ensayo: “No pretenderé ser neutral”.

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